“Que seamos, Señor, manos unidas em oración y en el don. Unidas a tus manos en el Padre, unidas a las asas fecundas del Espírito, unidas a las manos de los pobres. Manos abiertas, sin fronteras…”
Queridos (as) Hermanos(as),
Que la gracia y la paz de Cristo, Nuestro Señor, esté sobre cada uno(a) de ustedes. Dirijo estas palabras a la comunidad de San Javier Misiones Argentina y comunidades vecinas, donde he podido experimentar a lo largo de estos cuatro años, la alegria de evangelizar como Hermanita missionera.
Gracias por todo el cariño, el apoyo y por acompañar desde cerca a las Hermanitas que llegan a estas tierras prisioneras y saben que no están solas em el sueño de concretar que el Reino de Dios sea possible en relaciones más fraternas y humanizadoras, sirviendo con amor y gratuidade a los mas necesitados, concretamente em el rostio de los internos del Hogar de Ancianos Santa Marta.
A ustedes queridos jóvenes de las distintas escuelas educativas, de la Paroquia San Francisco Javier y, de manera especial, FAMAPAJU (Família Madre Paulina Juvenil) con quienes hemos compartidos diversas maneras de anunciar el Evangelio les digo: Sigan adelante, como nos dice Santa Paulina “no desanimemos, ainda que vengan vientos contrários. Es el Señor que hace todo, somos simples instrumentos. Confiemos en su Providencia”.
A todos(as), muchas gracias por todo. Que Maria Imaculada los cubra com su manto y Santa Paulina nos acompañe hoy y siempre con su intercesión.
Con cariño y deseo de bendiciones,
Hna. Brasília Itati Martinez
A Comunidad San Francisco Javier e o Hogar de Ancianos Santa Marta agradecem a presença missionária da Irmã Itati e desejam uma feliz missão na nova realidade.